LA EX MINISTRA APOYA AL ACTUAL LÍDER DEL PSM EN LAS PRIMARIAS
Matilde Fernández |
“Le defiendo porque, sinceramente, estas primarias son fruto de una decisión federal, no de una decisión de los militantes de Madrid”, explica a El Confidencial la ex ministra de Felipe González y una de las pocas personas que, dentro del PSOE, sabe lo que es someterse a un proceso de elección interna. En su caso, compitió por la Secretaria General del PSOE con José Luis Rodríguez Zapatero, José Bono y Rosa Díez en el 35 Congreso Federal del partido.
“El comportamiento que se ha tenido con Tomás Gómez a mí ya me ha hecho, en principio, forofa suya”, añade. Y es que, al igual que han expresado otros dirigentes de su partido, Fernández no considera justo que a Gómez se le cierre el paso después de haberlo dejado todo para liderar el PSM y a pocos meses de que se celebren las elecciones. “Voy a ir a muchas intervenciones de cada uno de los dos y voy a escuchar y preguntar, pero, a priori, yo le defiendo a él”.
“Cuando Zapatero pidió a Rafael Simancas, otro gran dirigente joven que ha tenido Madrid, que renunciara a volverse a presentar y a ser secretario general, le pidió a Tomás que dejase su alcaldía. Y eso a pesar de ser entonces el alcalde más votado de España en dos elecciones y por porcentajes superiores al 70%”, añade. “Le pidieron que viniese a resolver la situación del PSM y heredó unos problemas que no eran suyos. Se puso al frente del partido, se ganó la confianza de la mayoría de los militantes y cuando ya todo estaba encauzado, de pronto, se le cortan los pies”.
Favorable a que haya primarias
Pese a todo, Fernández, senadora y diputada de la Asamblea regional de la Comunidad de Madrid, no tiene miedo a lo que pueda salir en unas elecciones primarias en las que, en todo caso, se fortalece “la democracia interna del partido”. Eso sí, advierte a Gómez y a Trinidad Jiménez sobre la necesidad de que el proceso se desarrolle “de forma exquisita, debatiendo ideas, y sin caer nunca en la trampa de la crítica personal”. Evitando, recuerda, sucesos pasados como las primeras elecciones internas que se vivieron en el PSOE cuando Josep Borrell logró ser designado por los militantes como candidato a la presidencia del Gobierno. “Entonces, una persona de tanta valía como Joaquín Almunia no se comportó del todo bien y no puso muchas facilidades”.
Rechaza también que una hipotética victoria del actual secretario general del PSM pueda ser interpretada como una derrota de Zapatero y de su apuesta personal. “A mí ese interrogante me parece un chantaje porque puede interesarle a algunas personas decir que si no gana Trinidad, pierde Zapatero. Las primarias son para ejercer con mucha libertad y elegir a la persona que uno cree que va a llevar a buen puerto a nuestro partido interna y externamente. Aquí estamos ante dos personas y detrás de ellos solo hay sus proyectos, sus valores y sus formas de hacer la política. Nada más, si no, haríamos trampas”.
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